lunes, 23 de mayo de 2011

Crítica de "Miedo y asco en Las Vegas"

Cuando una experiencia vale más que cien historias



Desternillante, hilarante, tenebrosa, aterradora. No son solo los rasgos de una persona bipolar, sino también algunos de los adjetivos que se pueden atribuir a la obra de Hunter S. Thompson Miedo y asco en Las Vegas. Esta obra, del autodenominado doctor en periodismo gonzo, relata un viaje hasta las profundidades del mundo de las drogas en Las Vegas.

De Los Ángeles a la ciudad del juego, pasando por el desierto de Nevada, cerca de dos semanas de delirio en cada episodio vivido. A través de una línea narrativa trepidante, Hunter S. Thompson, con  la falsa identidad de Raoul Duke, narra en primera persona su viaje y el de su abogado, Óscar Z. Acosta, en busca del “Sueño Americano”. Este es el fin último al que llegan guiados por el encargo que recibe el periodista (asociado a revistas de renombre como Rolling Stone, Sport Ilustrate o Playboy) para cubrir diversos acontecimientos en Las Vegas. Todo ello será la excusa perfecta para inmiscuirse en la trastienda de casinos, citas deportivas y reuniones y así poner de manifiesto el verdadero ideal por el que se guiaron muchas personas en aquellos inicios de los años 70.

La narración en primera persona no es un elemento gratuito ya que es parte fundamental en el periodismo gonzo. Este subgénero periodístico, incluido dentro del Nuevo periodismo, intenta que quién transmite la noticia sea parte integrante e insustituible en el relato de la acción. Así Thompson describe de cerca un mundo tan oscuro, inestable, mezquino como es el de las drogas con un estilo que roza la parodia y la exageración de esa “cultura” que, en el momento de plasmarla, vivía una época de estabilización. El “doctor en periodismo” no hace otra cosa que no sea dibujar algo que él ha experimentado, al igual que el poeta aragonés Angel Guinda recoge en sus poemas. La experiencia, como parte integrante y fundamental de ese mundo oscuro, aporta un matiz que de otra forma no podría aparecer de igual modo. Un Kapuscinski en el contexto de las drogas.

Sus poco más de 200 páginas, 207 para ser exactos, se estructuran en breves capítulos que relatan cada una de las experiencias vividas por el excéntrico Duke y su abogado samoano de 120 kilos, no exentas de dificultades de las que tendrán que salir como si fueran personajes de una obra de Horatio Alger. Donde a su vez, estas pequeñas “secuencias” se agrupan en 2 partes que se diferencian únicamente por el acontecimiento que debe cubrir el periodista, el que se supone es hilo conductor en cada uno de los dos fragmentos.

Un libro altamente recomendable para una lectura rápida, que en parte es obligada por el ritmo frenético impuesto por la narración de Thompson. Miedo y asco en Las Vegas podría tomarse bien ora como simple crítica a ese ideal llamado “Sueño Americano” ora reflejo de la sociedad americana distorsionado por los alucinógenos. 
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 Miedo y asco en Las Vegas

Autor: Hunter S. Thompson

Año: 1971

Editor: ANAGRAMA. Colección Compactos

Género: Periodismo Gonzo. Nuevo Periodismo

Coste: 9 euros

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