miércoles, 25 de mayo de 2011

Lucha sin tregua

Lucha sin tregua

Hoy nos escabullimos del sol, huimos de él. Son las 10 de la noche y las tiendas de la acampada Zaragoza rezuman actividad: teléfonos, ordenadores, trajín de personas de un lado a otro, cenas repartidas y por repartir. Todas las comisiones trabajan sin descanso, mantienen reuniones en varias esquinas de la Plaza del Pilar.


Las impresiones de los ciudadanos se sucedían a través del micrófono. JZ

El equipo de VOLUNTAS_ llega al epicentro del movimiento zaragozano y acude a una nueva edición de la asamblea. De nuevo los ciudadanos expresan sus inquietudes, sus casos personales, sus propuestas ante un foro plural. ¿Tiene alguna dirección esta marea? Por supuesto. ¿Hay objetivo? También, pero todavía queda lejos de que sea una posición única, mayoritaria, imbatible. Demos tiempo a que el bosque crezca, que los troncos vayan ganando fuerza, que nazcan las flores.

Imagen de la asamblea de ayer. JZ                              

Se extienden las mantas por encima de las baldosas, los ejemplares de VOLUNTAS_ las inundan, el perro y el gato custodian los escasos ingresos. Las diez de la noche se erigen como un mejor horario, al menos, para no sufrir el calor de mitad de tarde. Los ordenadores aparecen en este particular puesto, los libros también: no olvidemos, los exámenes acechan.

Los particulares guardianes de los ingresos de VOLUNTAS_. JZ

Un suave viento nos rodea. Los acampados y otros curiosos se acercan al puesto: unos por simple curiosidad, otros se quedan a leer la publicación, otros se llevan los ejemplares sin más, otros aportan unos céntimos para la supervivencia de la revista. Dando una vuelta por el campamento, este queda lejos de menguar en cantidad de "edificios" y personas. La organización en este campamento, es al menos para mí impresión, un punto fuerte a tener en cuenta. A parte de las consabidas comisiones (limpieza, estrategia, propaganda, comunicación), existen calles y avenidas: la avenida Anti-chorizos o la calle Cristina de Burgos (una de las primeras defensoras del movimiento). 

Mientras, el ejemplar de junio va tomando su forma, los bocetos de las nuevas páginas toman forma: se debaten temas, secciones, contenidos, nuevas ideas. La gente sigue parando, nada fuera de lo normal: preguntas, lecturas rápidas y poco más.

Un espacio de lectura en la plaza del Pilar. JZ

Cuando todo parecía caminar como el lunes, aparecen dos hombres, canosos, no son de Zaragoza, no son de Aragón, no son de España. Un servidor se levanta de su mundo paralelo y se dirige a hablar con ellos para ofrecerles una revista, lo normal. De este simple gesto nace una interesantísima conversación con nada menos que un profesor universitario de Florida. Este turista que dice estar “sorprendido” con el movimiento español puntualiza que él “no lo ha oído mucho en los medios internacionales”. Yo le contradigo y es que varios periódicos, entre ellos norteamericanos, se han hecho eco de lo que ocurre aquí. El diálogo se extiende hasta un sincero “Good luck”.

                                      

Como decía nuestro visitante norteamericano: Hay que seguir, como sea, pero seguir. La oscuridad trae de la mano unas fuertes rachas de viento que hacían tambalear las tiendas de los acampados, las tiendas sí, sus ideas no.

Toma alejada del campamento cuya extensión ha aumentado. JZ





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