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lunes, 23 de mayo de 2011

La palabra y su voluntad de expresar

La palabra y su voluntad de expresar


Una tarde primaveral magnífica en la Plaza del Pilar disfrutando del ambiente que se genera al calor del movimiento de protesta: asambleas, discursos, espectáculos, música. Un sinfín de actividades adornan el horario de todos los valientes que guardan el séptimo día de reivindicación, como reza un mosaico pegado en el suelo de la plaza.


Hoy (por el lunes) VOLUNTAS_ ha vuelto al lugar donde el jueves y sábado por la noche había dejado su particular aporte, su granito de arena en esta construcción enorme. En esta tarde los chic@s de "la revista del quince" han montado su particular puesto ambulante, su particular espacio de expresión.


El comienzo de la tarde en la plaza del Pilar. JZ

El sol comenzó entonces a desaparecer entre los edificios de Zaragoza, sin embargo el calor seguía presente en este pequeño rincón de protesta. Las revistas se amontonaban, los pliegues se repetían mecánicamente mientras un pequeño lema iba tomando forma. La gente miraba, poca paraba y menos compraban el ejemplar de VOLUNTAS_. Pero la ruta hacía la oscuridad no cesaba y el trabajo tampoco, cada vez los interesados eran más. 

Mientras, los indignados turnaban sus voces para expresar sus historias particulares, sus reflexiones, sus conclusiones. Todo, todo aquello que pida un cambio. "Me encuentro desconcertado, pero ¿qué piden?", escribía Pepe, un viandante en la Plaza durante esta tarde. 
-"¿Qué piden? Todo, pero en forma de nada, de nada, todavía", contesto.
-Ya, pero yo tengo unas reivindicaciones que en estos documentos no aparecen, hace constar Pepe añadiendo que por supuesto apoya las protestas.
-Se pide todo y con más tiempo las ideas que se exponen en el micrófono tomarán cuerpo, digo para cerrar la conversación.
Los compañeros que doblan revistas se unen a la conversación. Una tarde da para mucho.

La tarde avanza, el sol retrocede. JZ

Los indignados no solo copan el micrófono que resuena en toda la plaza (y que debería hacerlo en los oídos de alguno). La música que nace del choque de piel con piel comienza a despertar por la zona del campamento. De repente un grupo de jóvenes con zancos, monociclo, timbales comienza una breve marcha por la puerta del Ayuntamiento hasta la zona de mayor concentración de gente. Será ahí donde comience un espectáculo de música, baile, fuego...

La marcha de los acampados. JZ

La marcha recabo sus adeptos en su avance. JZ

Solo la luz artificial alumbraba ya el paisaje de tiendas y tenderetes. Sin embargo a la huida del sol acompaño un reguero de personas que acudían al pequeño puesto de VOLUNTAS_. Cada vez eran más los que se paraban, miraban, compraban, escribían sus impresiones y escuchaban esa "voluntad de expresar" a través del papel blanco, de la tinta negra.

De vuelta a casa, el puesto ha desaparecido, las mantas han volado, las revistas devoradas, el perro lleno de céntimos. Sin embargo la palabra permanece inamovible, el viento no la arrastra. La palabra resiste y ya van 8 días.

¡Ánimo!




sábado, 21 de mayo de 2011

El movimiento 15M en Calatayud

En medida proporcional al tamaño de Calatayud, los bilbilitanos también han decidido levantar la voz y concentrarse en la céntrica Pza. de España.

La acampada de la Pza. de España en Calatayud. JZ

Una de las pancartas visibles en la Plaza. JZ

viernes, 20 de mayo de 2011

Aquella noche de mayo

Aquella noche de mayo vi unión. Aquella noche de mayo sentí las divergencias. Aquella noche de mayo escuché. Aquella noche de mayo creí en otra visión. Aquella noche de mayo mi indignación, por fin, tomaba cuerpo. Aquella noche iniciaba el cambio. Aquella noche fue esta madrugada. Aquella noche el frío quemaba la piel.

Imagen de una de las asambleas en la Pza. del Pilar (Zaragoza). JZ

La llamada “generación perdida” (calificada así por las grandes instituciones financieras) tomó una misma bandera: la indignación. Por encima de cualquier corriente política, por más que puedan existir determinados intereses ocultos, cinco millones de parados no van debajo  del brazo de uno solo. Las personas que se daban cita en la Plaza del Pilar (Zaragoza) tenían claro qué ha originado lo que padecemos, quién lo ha hecho y por qué.

Lo que no se tenía, ni tiene, claro es la forma de actuar, contra quién, en qué sentido. Ayer mismo la asamblea que se daba cita en dicha Plaza se sumía en un torno sinfín para decidir cómo actuar ante un posible desalojo policial. Unos defendían el pacifismo, otros la acción pacífica y los de más allá cargaban contra la supuesta sumisión del de al lado y pedían responder con violencia a la violencia.

Si algo debemos tener claro es que esta protesta no puede caer en el burdo juego de las cargas policiales y la destrucción del mobiliario público. Sí, porque será esto lo que salga en los medios de desinformación y no las propuestas, las voces que expresan el verdadero sentir de la indignación.

Pero ahora bien, no nos volvamos locos. No pretendamos que haya una corriente de pensamiento única. Una sola vía de actuación. No. La crítica o la renovación siempre han poseído diversas vías por las que encauzarse: la del medio, la de un poco al lado y la del extremo. La vía única es la que siguen las personas que pretenden dejar todo como está. Arregladico. Bien.

“Se aprende escuchando” y de verdad que sí. Las asambleas formadas durante estos días en las plazas deben servir de ejemplo para valorar los derechos que tenemos, para ver de lo que somos capaces. Hace dos meses se acusaba a la juventud española de pasividad, de que solo el ocio la movía y tanto a ellos como a la sociedad en general. Hoy podemos sentirnos orgullosos de ese estudiante de ingeniería, de esa parada, de esos funcionarios, de ese jubilado que han dicho “se acabo”.

Cierto es también que la efectividad (productividad o como quiera llamarse) de estos plenos es cuanto menos cuestionable o incluso nula. ¿Por qué nula? Por esa divergencia que hablaba anteriormente en cuanto a formas de proceder, de actuar, de organizarse. ¿Pero no es eso la democracia? ¿No se debe debatir lo que nos afecta? Que sí, que si discutiéramos todo avanzaríamos poco o nada. Pero la solución (creo) tampoco pasa por ir de carpetazo en carpetazo, dados todos por creerse en la posesión de una carta blanca.

Entre la marea de ideas, el fluir de pensamientos, destacó una voz: “Bueno, ¿hacemos algo ya o qué? Y se dirigió a pegar carteles por todo el Ayuntamiento. Pero esto no como forma de tachar solo a un color político, sino a TODOS los políticos. La asamblea se disolvió y quien quiso pego carteles, los hizo: se expresó.

Carteles en la puerta del Ayto. de Zaragoza. JZ

Llegada la hora, los párpados luchaban contra la gravedad. Los rotuladores sufrían las contracciones de traer nuevas proclamas al mundo. El frío invadió nuestros huesos. El tiempo corría hacía el horizonte del amanecer. Disolvimos nuestra asamblea, pero las ideas continuaron fluyendo. Nos despedimos. Todo con ese regusto de haber hecho algo que, por pequeño, no carece de mérito. El bosque nace del surgimiento de uno y otro y otro árbol.

P.D. Por supuesto no me creo en posesión de la verdad absoluta, doy mi humilde opinión tras haber participado, de aquellas formas, en este movimiento. La crítica fomenta la mejora.