¿Cara digitalizada? A mí sí que se me va a quedar cara de tablet después de 10 minutos leyendo y releyendo el texto de Fernández Mallo: tedioso, inconexo…no me acaba conducir a nada…
En cuanto al texto en sí, el autor no se detiene en descripciones minuciosas y detenidas sobre lo que el lector puede estar imaginando en su mente: “A mitad de calle un portal, 1m2 de acera, 2m3 de aire”. El autor parece mostrar un claro desinterés por narrar todo aquello que rodea al texto, por no dar los detalles que contribuyan a hacer más ágil la lectura para que sea el lector quien ahonde en el esfuerzo, por contribuir a la creación de esa imagen mental en la imaginación de cada uno. Pareciera ser, una dejadez oportuna, apelativa a la propia iniciativa del individuo a sea él lector quien construya el escenario.
Pero, un momento, “1m2 de acera, 2m3 de aire”. Existe el espacio, la descripción, pero de una forma contenida, muy restrictiva… “1m2 de acera, 2m3 de aire”, suena a celda, a cubículo…a algo muy determinado. Agustín Fernández Mallo, en una entrevista para el Instituto Cervantes, afirma que existe una “tercera naturaleza” que no es otra que “Internet”. La red, ese lugar donde el todo se resume en una pantalla, en un cubículo cerrado, pero que posibilita que la celda en cuestión se extienda a lo largo y ancho de bytes y megas…del ciberespacio, esa “cara digitalizada” que mostramos en nuestro Twitter o Facebook y llega hasta los confines de la Red.
Llegados a este punto, toma relevancia el termino Replicante. Este concepto, hecho famoso por ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? o Blade Runner tan ligado a la electrónica, al futuro, a la modernidad. De esa modernidad, precisamente Fernández Mallo se distancia, se encuadra como un postmodernista tardío, alguien, que cree que hemos superado el mito romántico de la naturaleza”.
En la parte final del texto, el autor recoge: “…algo muere en la luz saturada para que otra cosa nazca en vacío…”. A esto, Fernández Mallo añade una referencia a Heráclito, quién pensaba que todo estaba en continuo cambio, pero claro está: ¿cambio hacia qué? ¿Hacia dónde? El mismo caso que el del solitario Sprinter. Una figura, la de nombrado corredor, que se asemeja a la de la sociedad actual, una carrera por llegar a lo indefinido, por superar el avance que se consiguió mañana. Un viaje sin rumbo donde el conductor se llama Inter y se apellida Net.
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