lunes, 7 de febrero de 2011

La clase política y sindical ha perdido la heterogeneidad

La clase política y sindical ha perdido la heterogeneidad

Los españoles se encuentran con una clase dirigente en la que denomina la clase alta sobre la media de los perfiles modestos de la mayoría de la población

J. Zorraquín. ZARAGOZA.
 Las corrientes políticas y sindicales han cambiado desde que vieron la luz, sus principios no son los mismos, tampoco los nombres que las denominan, ni el perfil de las personas que las representan. Por ejemplo , se anuncia un “gran mitin anarquista” que cuenta con la participación de un panadero, Francisco Ascaso, y de un mecánico, Buenaventura Durrutí, para dirigirse a un público de de las ciudades más importantes de España como es Barcelona. Quizá esto sea algo impensable en estos días.

La clase política actual ha perdido la heterogeneidad que se manifestaba en los inicios de los grandes movimientos políticos y sindicales, los datos así lo demuestran. Bakunin procedía de una familia noble, pero Pablo Iglesias nació en el seno de una familia humilde. Más cercano en el tiempo, Manuel Azaña llegó a ser Doctor en Derecho, pero Largo Caballero era estuquista. En nuestros días, las principales figuras de la política como Mariano Rajoy o José Luis Rodríguez Zapatero provienen de familias de clase alta, con bueno ingresos y lejos del panorama que sufre gran parte de la población española.

“Creo que la clase obrera puede verse representada” Esta es la afirmación que expresa la Doctora en Ciencia Políticas, Nerea Vadillo. Según la experta en política, los ciudadanos de clases más humildes sí que pueden encontrar en un sector de la clase dirigente una figura o un partido que los represente, que analice y encuentre los problemas que más importan a un determinado grupo. Pero por otra parte, la profesora de la Universidad San Jorge de Zaragoza también comenta que las medidas que se proponen desde estos sectores pueden ser “insuficientes y no están realmente orientadas a resolver la problemática de origen”. Además, la solución al panorama de crisis actual puede pasar por que los partidos políticos “sumen fuerzas y dejen de lado las diferencias políticas” y fijen su objetivo en “construir una sociedad y un país mejor”, así lo afirma la Doctora Nerea Vadillo.
 
En este mismo sentido de la necesidad de mejora, el responsable del Comité Local de CNT en Zaragoza, Telésforo Fuente, afirma que, en el caso de los sindicatos mayoritarios, estos deberían llevar a cabo “una emancipación propia” que corte la dependencia que poseen hacia el Estado. En una postura firme, el señor Fuente señala que las subvenciones que, por ejemplo, reciben CC. OO. y UGT o el tema de los liberados sindicales (340.000 según indicó el diario El País), provoca que estos sindicatos “no representan en absoluto a los obreros” y que estas organizaciones sindicales “no entienden y se aparten de los trabajadores”. Este obrero del metal, que se encuentra dentro de CNT Zaragoza, afirma que “los sindicatos se han convertido en una casta que vive de los trabajadores y del sindicalismo […] y se han apartado de los trabajadores”. 
 
Por otra parte, Telésforo Fuente recuerda que los “sindicatos se crearon por la necesidad de los obreros de defenderse de la explotación del patrón”, a lo que añade que en la actualidad “CC. OO. y UGT se han convertido en burocracias al servicio del poder”.
Por su parte, el Doctor en Historia y Derecho por la Universidad de Zaragoza, Miguel Ángel Motis, advierte que “la universalización de la enseñanza  y el acceso masivo a la Universidad de las clases medias ha diluido mucho la dicotomía burgués/culto - trabajador/ignorante” por lo que en la actualidad no se podría encontrar una división tan tajante como en los inicios de los movimientos políticos y sindicales. De una parte, el profesor Motis afirma que los ciudadanos “quieren que se les solucionen los problemas, quieren ver mejorar su situación y tener horizontes de progreso material” algo que según el profesor de la Universidad San Jorge “es el trabajo pues eso entraña una mínima prosperidad para sí y sus familias”. 
 
Por tanto, la sociedad actual divisa que algunos de los problemas que le afectan ocurren porque se percibe que la política es algo alejado del manejo de una persona de clase media y que los políticos no se encuentran en la misma realidad que la mayoría de la población. Al respecto de este asunto el Doctor en Historia y Derecho, Miguel Ángel Motis, comenta que “los políticos  más que en la realidad y el futuro general miran a su futuro y su realidad […] hay un auténtico divorcio. Con esto el profesor Motis considera que la sociedad a llegado “al punto de considerarlos un problema y no una vía de solución”.  Como una posible salida al conflicto y la situación actual el Doctor Motis considera que “Si no hay una corriente bidireccional sociedad-políticos el discurso político nada tiene que ver con la realidad tangible del día a día”.
 
El problema parece, entonces, encontrarse en que ni los políticos logran impulsar acciones que beneficien al máximo a la gran mayoría de la población, ni los sindicatos mayoritarios logran representar a la gran masa obrera que los sustenta. 

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