Aquí el espacio de un periodista en ciernes, donde pretendo exponer mis trabajos, comentar temas de actualidad dando un punto de vista propio y todo aquello que se pasee por mi mente
martes, 3 de mayo de 2011
Fragmento de "El mundo de hoy" (Kapuściński)
Perderé, me matarán, pero jamás nadie podrá decir de mí que he roto las reglas del juego, que he traicionado, que he fallado, que tenía las manos sucias.
miércoles, 13 de abril de 2011
Fragmento de Vida y Destino (Vasili Grossman, 1959)
"La verdad es solo una. No hay dos verdades. Sin verdad, o bien con fragmentos, con una pequeña parte de la verdad, con una verdad sesgada y podada es difícil vivir. Una verdad parcial no es una verdad".
Grossman, Vasili. Fragmento de Vida y destino tras la contraofensiva soviética en Stalingrado durante la II Guerra Mundial
miércoles, 6 de abril de 2011
Presentación del libro "El fin de una época"
E Iñaki abrió su mente
El veterano periodista vasco presentó su libro El fin de una época en Zaragoza. Iñaki Gabilondo habló de la situación actual del periodismo, de lo que puede venir y sobre todo de lo que ha vivido él en sus más de cuarenta años de experiencia. Ante él, un público que quedo cerca de ocupar las cerca de novecientas entradas del Teatro Principal
Panorámica del escenario del Teatro Principal
“Corre, corre que no entramos”. Esta era la principal preocupación de los asistentes más rezagados que acudían a la presentación del libro El fin de una época del periodista Iñaki Gabilondo celebrada en el Teatro Principal de Zaragoza el pasado lunes 21 de marzo. Decenas de personas, a menos de diez minutos del comienzo fijado, subían las escaleras con celeridad en busca de una butaca libre. “Nada señora, suban a la tercera planta porque aquí, en la segunda, ya no hay sitio”, decían los acomodadores a las personas que acudían a última hora. Pero ni en la segunda ni en la tercera, en el último piso de asientos, el último piso de las novecientas localidades del teatro zaragozano, solo allí quedaban los últimos sitios vacíos. En el resto de butacas existe una variedad absoluta en cuanto a público se refiere: jóvenes, personas mayores y de mediana edad.
Una vez aposentados todos los espectadores, el murmullo se convirtió en un zumbido atronador. El ambiente comenzó a cargarse. Los que allí habían acudido comenzaron por quitarse prendas. Gran expectación. En el centro del escenario, tres sillones y una pequeña mesa auxiliar (como si no existiera nada más importante); en los extremos otras dos mesas más elevadas con sendos libros del autor vasco. Dos pequeños libros, de tapa roja y tapa blanca, que en ciento setenta y cuatro hojas recogen más de 40 años de experiencias en el mundo del periodismo en varias de sus vertientes.
No es una presentación al uso. Cayeron las luces, el telón ya estaba en todo lo alto. El polifacético Luis Alegre toma la palabra, sin olvidar a los seis brigadistas contra incendios que perdieron la vida en un accidente en Teruel. Para rebajar la tensión, el conductor del acto apela al lleno del teatro: “Si lo sabemos lo hacemos en La Romareda”. Gabilondo rió y con él todo el público. La sintonía comenzaba a ser palpable.
Tras esta breve introducción, Luis Alegre inició la parte central de la tarde en el teatro: el diálogo. Gabilondo cogió el testigo y confesó sentirse “emocionado” porque la sensación era algo “inolvidable”, cosa que se le nota en su voz, en sus gestos, tan característica una en la radio y otros en la televisión. “Aquí me convertí en hombre, aquí hice la mili”, comenta el periodista vasco. El auditorio volvió a reír y, en ese intercambio de halagos, los aplausos resonaron entre las paredes.
Gabilondo comenzó por mencionar lo que supone el periodismo y, en concreto, el mundo de la radio, esa radio que en alguna otra entrevista califica como a su novia: “Es una actividad muy exigente”. Reconoció el importante papel de las compañías, del equipo, y también que es un oficio “muy bonito”. Alegre le preguntó sobre si le habían “disparado”, el hasta hace poco presentador de CNN+ lo afirmó y recordó que se le ha llegado a etiquetar como “miembro del OPUS, nacionalista, del PSOE”. También abordó sus diferencias con Aznar y un tema tan espinoso como su papel durante el 11-M. El veterano periodista mencionó que sí había vivido algún “incidente”, admitió que había cometido errores, pero mencionó su honestidad.
El público escuchaba atento, sin perder detalle. El periodista vasco rechazó que su libro fuera oportunista: “No soy tan fantasma”. A lo que añadió que “nuestros días son una época convulsa y trascendental”. Historias y anécdotas de las que no perdieron detalle un gran número de estudiantes de periodismo en la capital aragonesa. Serán ellos los que mañana desempeñen el oficio de “contar las cosas”, el de “administrador del derecho a la información” como lo llama Iñaki Gabilondo. A parte de los consejos, el periodista también comentó una verdad evidente: “En el mundo de los medios se ha impuesto una lógica económica”. En la misma línea, este hijo de carnicero Además señaló una de las principales premisas que se ha impuesto en el mundo televisivo actual: acusar al público. “Si está ahí es porque lo ven”, señaló Gabilondo. Y es que no son pocos los productores, ejecutivos y demás personal que se escudan detrás de esa frase para sacar adelante cierto tipo de programas. No era revanchismo, el periodista, consumido entre un mar de cambios, intentaba hacer ver a aquellos que no están en el mundo de los medios la verdad que existe y que estrangula a los que son y a los que serán futuros “contadores de cosas”. No lo dejo ahí y afirmó sin tapujos: “El peor enemigo de la libertad de prensa es el paro”.
Es en el tema económico donde Gabilondo se mostró más claro. “España ha sido un país austero, salvo tres ó cuatro personas” y confesó estar “sorprendido” por la importancia que ha ido tomando la información económica: “Cuando yo estaba en la SER, en un principio no hablábamos de la bolsa”.
Este periodista siempre ha sido claro en sus ideas y el pasado lunes no fue menos. Cargó contra el liberalismo y el individualismo: “Es un intento de reivindicar lo común, de entender al otro, nadie es solo un individuo”. También en el sentido de sus ideas reconoce que tanto el periodismo como la política parecen haberse “alejado de los ciudadanos”.
Alegre condujo con maestría la conversación, ni un silencio, nada de reflexión para contestar. Gabilondo se siente bien se había olvidado por completo de lo “difícil” que ha de ser dedicarse al mundo de la actuación”.
También hubo espacio para los recuerdos, para las anécdotas. La voz destacada de la SER durante años recordó sus inicios en las “entrevistas a Carrilo, Ibarrurí y esa gente que no había hablado todavía”. La mayoría del público atendía sin despiste, sin perder palabra, atentos a los gestos. Sí, eran la mayoría porque una minoría, escasa, pero constante, se levantaba de sus asientos y se marchaba. ¿Qué demonios esperaban? ¿Cuarenta minutos de chapa y luego te regalamos un libro o en su defecto un reloj de pared?
“Nos hemos olvidado de lo que tenemos que contar, ahora solo se dedican a contar espectadores”. Gabilondo se mostraba sincero y expuso su teoría de la segunda voz: “La radio es la segunda voz, acompaña de fondo la primera es la vida”. Las anécdotas y confesiones siguieron desfilando. El público aplaudió como si cada cierto tiempo acabara un acto de una obra. La complicidad estaba establecida.
El reloj se aproximaba a las nueve y media de la noche, dos horas desde el inicio de la presentación. Gabilondo se afanaba por remarcar ideas básicas como el trabajo en equipo. No se olvido de reconocer el papel del profesional de la información: “En la construcción de la sociedad, el periodista es imprescindible”. El público atendía, no perdió palabra, el segundo acto trazaba su argumento de forma impecable, el actor parecía estar en el salón de su casa. Si de verdad la gente que estuvo allí entendió el mensaje, el periodismo no está perdido, mientras los futuros periodistas y los actuales (y futuros) espectadores, oyentes, lectores apliquen, recuerden lo que oyeron, existe la resistencia a caer.
¿Y ahora qué?, le dejo entrever Alegre. Gabilondo ni mucho menos escondió sus cartas: “Participaré con un blog en El País, en un foro social, con entrevistas en la cadena SER y en CANAL +.
Para cerrar, Gabilondo dejo una frase muy importante: “Es un momento difícil, pero no es el único”. Alegre despidió al invitado de honor en la capital aragonesa. El público reconoció la intervención de Gabilondo con una sonora ovación. Cientos de personas pasaron a agolparse en el pasillo central de las butacas del Teatro Principal en busca de la firma del autor, típicos problemas de organización que no empañaron una tarde de aprendizaje, de escucha, de saber.
Un grupo de jóvenes estudiantes universitarios se acercaron al escenario, eran lo últimos de la fila y la seguridad ya mandaba a todos al vestíbulo. Pero, en ocasiones, no hay nada más efectivo que la tozudez y hacerse el sordo para conseguir lo que se desea y lo que querían no era fácil: entregar su revista a todo un referente del oficio que pretenden desempeñar. Por fin lo consiguieron, a pesar de escuchar su voz en la radio y ver su rostro en la televisión, en persona les pareció otra cosa: rasgos prominentes, ojos azules profundos, su “qué tal machotes”.
La tarde no acabó en el teatro, tras la entrega de la revista y la correspondiente firma de libros, los jóvenes fueron a un bar, estaban extasiados, pero no les faltaba el humor. El telón cayó entre “zumo” de cebada, entre hojas en blanco, entre carcajadas, entre anécdotas y entre cuscús. Iñaki abrió su mente, ellos abrieron la puerta a su futuro.
jueves, 24 de marzo de 2011
Entrevista. “Los establecimientos no estamos contra la ley, estamos contra la mala gestión de la ley”
Antonio Alonso, propietario del Australian’s Country Bar y Secretario de la Asociación de Cafés, Bares y similares en Calatayud, dibuja la situación en el municipio tras la aplicación de la ley “antitabaco”
“Los establecimientos no estamos contra la ley, estamos contra la mala gestión de la ley”
J. Zorraquín. CALATAYUD
Hace más de tres meses desde la aprobación de la ley antitabaco ¿Los negocios lo han notado?
Sí, el negocio lo ha notado, más entre semana que en fin de semana. Se ha notado una caída de ingresos en diversos ámbitos: en cuanto a hoteles y restaurantes, un 15 %; cafeterías y bares de barrio, en torno a un 30 %; y los pubs (bares nocturnos y de ocio), otro 30%. Además en salas de juego, un 30-40% y bingos se calcula hasta un 40 ó 50%. Todo ello contrastado con el Gobierno de Aragón, de forma diaria, porque son ventas directas de cócteles.
¿Cuál es la causa de las pérdidas la menor afluencia de clientes o el menor gasto?
A ver, muchas veces acude la misma cantidad de gente, pero se consume mucho menos por un motivo sencillo: si sales a la calle, el rato que estás es el rato que no consumes. Con ésta ley no se atrae a más clientes que no fumaban, al revés. Con lo cual repercute en pérdidas, no solo en ventas del establecimiento sino también en la venta de tabaco en la máquina. Los ingresos por cajetilla suponían un 2%, pero si se vende la mitad de la mitad que se vendía antes, eso también se nota.
¿Supone esta afección en el negocio una crisis? ¿Es un obstáculo?
La historia es que no sabemos si todo es del tabaco o entra dentro de la situación de crisis, hasta dentro de un par de meses no sabremos como afecta realmente la ley antitabaco a la crisis. Calculamos que los responsables sea un 10 % ó 15% el tabaco y otro 10 ó 15 % sea la crisis. Pero claro ya que si estás jodido, encima te viene lo otro de golpe… A todo esto, se le suman los problemas con los vecinos, porque donde no había problema ahora hay problema, donde no había ruidos, hay ruidos, donde un bar no tenía problemas con las insonorizaciones, ahora con la calle sí que tiene. Nosotros, los establecimientos, contra la ley no estamos, estamos en contra de la mala gestión, de la mala forma de hacer la ley. No estamos en contra del tabaco, no estamos en contra del que no fume. Estamos en contra de la mala realización de la ley, de la incapacidad de poder elegir o no elegir. No contra la forma sino contra el fondo.
Todas las leyes mal hechas o mal formuladas son un obstáculo para cualquier negocio, lo que no puedes es prohibir a un negocio privado de uso público restringir algo que es legal, porque si no fuera legal, diriamos: “usted no puede fumar es ilegal”. Es como si te prohíben tomarte 6 copas de Whiskey, es algo legal, algo que te están vendiendo.
Siempre que se plantea un obstáculo, el ser humano por naturaleza, emprende una vía para superarlo ¿Han encontrado ustedes la vía?
Es que no hay opción, adapta el que tiene posibilidad. ¿Una “seta” (las estufas verticales colocadas en exterior)? Eso no es una adaptación, eso es un intento para mejorar la situación del cliente que sale a la calle. La ley no ha dejado posibilidad a adaptar tu negocio, ha dicho no, no hay manera de adaptar nada. Es al revés, te ha creado gastos que antes no había: no hay extractores, los olores son tremendos, al no haber extracción, no se regenera el aire y tienes que meter el aire acondicionado lo que es más gasto, si metes “setas” de calor, más gasto. Ésta ley quita beneficio e incrementa gasto.
¿Qué se ha conseguido entonces?
Lo único que se ha conseguido es llegar a casa y no oler a tabaco, pero antes lo podías conseguir igual: no yendo a bares donde se fuma, se va porque se quiere ir. ¿Se tiene derecho a no oler a tabaco? Sí, pero en lugares públicos y nosotros los sitios públicos los consideramos lo que es del Estado, no sitios privados de uso público.
Como ha dicho antes, su establecimiento sigue conservando la máquina ¿Por qué? ¿Piensa retirarla?
Conservamos la máquina porque es una atención al cliente. Los que dicen: “Vamos a quitar la máquina para que el Estado no recaude”. Yo no puedo ir en contra de mi cliente, si tiene la necesidad de comprar un cigarrillo, un paquete de chicles, yo me debo al cliente, ¿el Estado gana? Perfecto, muy bien. Cierto que no acaba generando el mismo beneficio, pero nunca la podría quitar.
domingo, 20 de marzo de 2011
El San Roque volvió a ver la luz
Aquí os dejo la primera crónica que hago para la asignatura de Redacción
FUTBOL 2ª REGIONAL
SD. San Roque Calatayud 3 – Embid C.F. 1
Y el San Roque volvió a ver la luz
Tras dieciséis jornadas sin conocer la victoria, la Sociedad Deportiva San Roque se reencontró con la senda del triunfo al remontar el tanto inicial del equipo visitante con goles de Lavilla, Lolo e Isra. El cuadro bilbilitano ofreció, de largo, su mejor versión en lo que va de curso
Sociedad Deportiva San Roque (3; min. 32, 70, 75): Gil, Caro (C), José Luis (Verón), Mario (Dueñas), Manel, Sanchis (Millan), Miloud, Urgel, Lolo, Chema (Isra) y Lavilla
Embid Club de Fútbol (1; min. 21): Hernández, Juan Carlos, Miguel, Sarria, Fenero, Joaquín (C), Alberto (Chinarro), Topo (Fernández), Salvador (Molina), Pachún y Peti (Felipe)
Árbitro: George Daniel Acsante (Comité Aragonés). Amonestó por parte del equipo local a Manel (min. 92) y Urgel (min. 80).
Incidencias: 23ª jornada de la Liga de Segunda Regional Grupo 3-1 disputada en el Campo de Grama de la Ciudad Deportiva de Calatayud ante 60 espectadores.
J. Zorraquín. CALATAYUD.
Tarde veraniega, sol resplandeciente y suave viento, césped seco. Todo ello representación del escenario de una de esas tardes donde se avecina buen fútbol o buen espectáculo. Embid llegaba de empatar ante uno de los gallitos de la categoría, Ariza, y la Sociedad Deportiva tenía como resultado más reciente su derrota en Sestrica, penúltimo clasificado. Todo parecía indicar que el San Roque continuaría con la racha de dieciséis jornadas sin conocer la victoria, algo que le ha conducido a la última posición del Grupo 3-1 de la Segunda Regional aragonesa. Pero el fútbol es así, cuando menos uno menos se lo espera, salta la sorpresa.
El partido comenzó con un breve periodo de tanteo entre San Roque y Embid. El primer golpe lo asestó el equipo bilbilitano gracias a un tiro de Chema que se marchó por encima del larguero visitante. Desde ese momento, el choque comenzó a tomar un cariz propio de la categoría: juego trastabillado y discontinuo.
Y de esta forma, poco a poco, solo uno de los dos equipos acaba por tomar el mando y ese equipo fue el cuadro embilejo, mucho más acostumbrado y con más experiencia. Las ocasiones comenzaron a aparecer y lo hicieron en las botas de Pachún, la primera la despejó José Luis bajo palos, la segunda la despejó Gil y en la tercera ocasión, con los mismos protagonistas, el delantero del cuadro visitante hizo un quiebro y batió al portero local.
Esta última jugada conllevó malas noticias para el conjunto blanquiazul, no solo por el gol sino por la lesión de José Luis. El defensa bilbilitano al intentar frenar el ataque del Embid, hizo un mal gesto que se cebo con su maltrecha rodilla izquierda. Tras este inesperado lance, Verón saltó al terreno sustituyendo al defensa local lesionado.
El choque seguía con el guión preferido de aquel que va ganando: el Embid realizaba muchas faltas y por tanto generaba poca fluidez en la circulación del esférico. Por su parte, el San Roque quería, pero no podía. A pesar de ello el conjunto local dispuso de varias ocasiones en las botas de Manel y Lavilla que no fructificaron.
Pero cuando pocos lo aventuraban, el portero visitante repelió un balón y Lavilla, en segunda instancia, logró batirle. En los siguientes 15 minutos, el partido siguió su anodino curso.
La segunda mitad fue muy distinta. Desde el banquillo bilbilitano se arengaba a no bajar los brazos y a subir un poco el nivel de esfuerzo, por su parte el Embid vio cerrado su conducto para elaborar ocasiones. La defensa del San Roque protagonizó un meritorio segundo asalto fundamentado en el orden táctico y la seriedad, de ahí que cerrase su arco ante las escasas ocasiones visitantes.
A los diez minutos del segundo acto comenzó el movimiento de los banquillos, tanto por parte local como visitante, pero con distintos efectos. Las salidas de Dueñas junto a las de Isra y Millán dieron otro aire al enfrentamiento. El San Roque extendió su mejoría de la defensa al centro del campo y dominó sin problemas el control del esférico. Semejante mejoría se materializó de la mejor forma posible, Lavilla desde la izquierda ponía un centro raso, que tras un barullo en el área, Lolo mandaba al fondo de las mallas.
El cuadro del Jalón ofreció su mejor versión de toda la temporada y no cejo en su empeño de tratar bien a la pelota y salir con ella jugada, al toque, raso y sin prisa. Pero el Embid no bajo los brazos y todavía contó con varios tiros que detuvo el cancerbero local, no sin alguna dificultad. Para cerrar el partido, Israel aprovechaba un fallo en la zaga embieleja y con un gran disparo cruzado lograba el tercer gol del San Roque, el gol de la tranquilidad, un gol para enmarcar. Los minutos finales del encuentro fueron los típicos de una disputa sentenciada. El equipo que pierde lo intenta sin éxito y el que gana echa balones fuera cual político cuestionado por el tema de la corrupción.
La Sociedad Deportiva San Roque consigue una victoria que no le sirve para abandonar el farolillo rojo de la clasificación, pero que resulta fundamental para reforzar la maltrecha moral del equipo. El próximo encuentro del equipo de Alejandro Millan será en el campo de Aniñón.
viernes, 18 de marzo de 2011
Calatayud, de bar en bar
Calatayud, de bar en bar
Esta ciudad aragonesa posee una de las medias nacionales más elevadas en cuanto a establecimientos hosteleros por habitante. La falta de una división real de funciones entre bares, restaurantes y discotecas aparece como una de las posibles causas de ésta aparente hipertrofia en el sector servicios bilbilitano
El paseo Cortes de Aragón es una de las zonas de Calatayud
con mayor concentración de establecimentos. JZ
Jorge J. Zorraquín/Calatayud
150 bares; 106 establecimientos asociados, 44 sin asociar, 8 locales cerrados y 12 abiertos en el último lustro, éstas son las cifras que se manejan desde la Asociación de Cafés, Bares y similares en la ciudad de Calatayud. Unas cantidades que no pasan desapercibidas ante los ojos del público. Pero, las cifras nombradas ¿son algo normal? ¿Son estos números un problema? ¿Cómo lo ve el cliente?
Desde la propia Asociación de Cafés, Bares y similares en Calatayud, y a través de las palabras de su secretario, José Antonio Alonso: “El número (de bares) es excesivo, porque calculamos que por habitantes reales, no flotantes, aquí en Calatayud hay unos 100 por cada bar”. Según datos de la empresa pública MERCASA, la Comunidad Autónoma de Aragón contaba, en el año 2007, con una media de 225 personas por cada establecimiento de estas características. En el año 2010, la media se marca en 244. Alonso afirma que si bien estos datos “de cara al cliente sí pueden ser positivos, para la gente que regenta los locales de hostelería, en el tema competencia, es algo negativo, porque muchas personas dirigen un bar como segunda actividad, como algo complementario”.
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Más esta postura no es la única, el Ayuntamiento de Calatayud observa un punto distinto de la situación referida al número de bares. El concejal de Economía y Hacienda, Armando Miñana defiende: “La hostelería es el escaparate de un pueblo, es un motor fundamental”. Para Miñana, el caso de Calatayud es algo “acorde con la mentalidad del bilbilitano. La gente que ese encuentra en el paro ve una posibilidad de negocio en la apertura de un bar”. En añadido, el responsable de Economía y Hacienda del Consistorio reconoce que los establecimientos en la ciudad son “muchos”, pero que también “son un sostén, ya que no solo el gasto que se produce en el bar, sino el gasto del propio bar se quedan en el municipio”. Otra de las razones que argumenta Miñana es que Calatayud es “cabecera de comarca y por tanto el número de personas que acuden desde las localidades de alrededor, por ejemplo en los fines de semana, aumenta el número de personas por cada bar”.
Pero por su parte, los bares de Calatayud también poseen su propia visión del tema. Rubén Pinilla, socio de un nuevo bar, Central Café, comenta que “en proporción, hay bastantes bares, eso lo sabemos todos, pero cada uno está situado en una zona diferente.”. A esto, Pinilla añade: “Ninguno (por los bares) cierra y hay muchos más para abrir, En nuestro caso, sabemos que abrir un negocio como este no es sencillo y por temor a la situación, pero con ilusión todo se anda”. Su fórmula: un bar dirigido a toda persona de Calatayud que decida, desde tomarse el almuerzo a irse de copas un sábado por la noche. Además este emprendedor bilbilitano asegura que “de esta forma hay mayor competencia, buena y sana”.
Otro punto de vista dentro del sector es el de Fernando Mochales del Bar Castillo. Hace tres años que tomó las riendas de un bar en la ciudad bilbilitana y en sus palabras: “El negocio está prácticamente igual que estaba en un inicio, no he notado mucho la bajada”. En cuanto al tema del sobre dimensionamiento del sector servicios en Calatayud, Mochales afirma: “Hoy hay de todo (tipos de bares), pero hay muchos, es algo excesivo. Aquí, en este barrio éramos 5, ahora somos 7” . Además, Mochales no observa ninguna consecuencia positiva en el tema de la competencia ya que “no puedes modificar los precios, llevan 3 años al mismo coste y no puedes subir, aunque los gastos sí que suban”. En el caso del Bar Castillo, cuenta con “un 80% de los clientes son gente fija, el otro 20% son personas que se encuentran de paso y que se acercan desde la gasolinera cercana”, asegura su dueño Fernando Mochales.
Pero ¿y qué opinan los clientes de esta situación? Antonio García, Alva Molina y Pablo Jaime, coinciden en calificar como “excesivo” el número de bares en Calatayud. Pero a esto García añade: “pero así por lo menos se puede respirar, de esta forma la gente se reparte más por los locales y no hay tanta aglomeración”. En el mismo sentido se encuentra la opinión de Sergio Gil: “El número de bares está bien, al existir tantos puedes cambiar”.
Ante esta situación, la Asociación de Cafés y Bares de Calatayud y el propio Ayuntamiento bilbilitano trabajan de forma conjunta en la puesta en marcha de la catalogación de todos los establecimientos de hostelería, algo que ya es aplicado en Aragón, pero que todavía no ha entrado en vigor en la ciudad del Jalón. Según José Antonio Alonso, Secretario de la Asociación de Cafés, Bares y similares en Calatayud: “Este medida será positiva, cada uno se colocará en un sitio específico y los negocios se especializarán”. Además la catalogación de estos servicios servirá para que exista una división real entre bares, cafés, restaurantes, algo que en la actualidad “no existe”, según lo expresa el Secretario de la Asociación de Cafés y Bares. A esto Alonso, añade: “Desaparecerán pubs, desparecerán cafeterías, desaparecerán discotecas; pero aparecerán más pubs…cambiará un poco la perspectiva”.
Pero hasta que cambie la situación, el gran número de bares en Calatayud seguirá siendo algo latente, seguirá siendo el “escaparte” de la ciudad. Los clientes, bilbilitanos y no, acuden a ellos, los empresarios abren y cierran los negocios en busca de su sitio oportuno. Pero ante todo se defiende el número de bares como muestra de la libertad de elección, del poder de decisión de acudir a un lugar u otro. Como dice el refrán: “En la variedad está el gusto”.
miércoles, 16 de marzo de 2011
Oficios y comercios tradicionales: la batalla contra los tiempos
Oficios y comercios tradicionales: la batalla contra los tiempos
Molineros, herreros, zapateros, tejedores, hilanderas, carpinteros, afiladores, la tienda de la esquina, el panadero del pueblo…todos aquellos oficios y negocios que existían en un pasado no muy lejano y que hoy o bien son parte de la historia o bien luchan por seguir escribiendo la suya propia. En Calatayud todavía existen esos reductos, a continuación una breve ruta por algunos de ellos
Jorge J. Zorraquín/Calatayud
La primera parada es la mercería de José María de la Fuente. Esta casa comercial inicio su andadura en el año 1803, en el camino de los 208 años de historia. Las cosas “han cambiado mucho”, asegura Ramón de la Fuente, la personificación de la 5ª generación de la familia y que continua hoy regentando el negocio. “Antes en la comarca (de Calatayud) había muchísima más gente, esto era la gran superficie, donde incluso personas de las provincias limítrofes acudían a comprar aquí”, relata el propio encargado actual de la mercería. A pesar de la situación económica que afecta a todo el país, según Ramón de la Fuente: “La tienda es algo perfectamente sostenible, de momento, podemos hacer frente a las grandes superficies”.
Por otra parte, su formula para salir adelante consiste en ser la alternativa a la que pueden recurrir aquellas personas que buscan el producto concreto, en palabras de Ramón de la Fuente: “Hay un mercado que las grandes superficies no trabajan, productos que van desapareciendo…incluso viene gente de Madrid pues esto no lo encontramos…”. El futuro de la mercería viene a ser una incógnita: “Es un negocio familiar, ha pasado de padres a hijos […], pero yo, de momento, no tengo hijos, así que, como no se lo quede algún sobrino…”, concluye de la Fuente.
La siguiente parada nos lleva a un oficio “minucioso”: el relojero. Félix Moreno es la segunda generación de relojeros de la familia y no existen perspectivas a una nueva generación ya que “mi hija ha estudiado otra cosa que nada tiene que ver”, asegura Moreno. El oficio es “una herencia paternal, yo era el mayor y me tocó, comencé a los 13 años y una vez metido en el trabajo seguí”, relata Moreno. Gracias a la experiencia este relojero asegura: “La situación ha cambiado totalmente, antes se daba una atención más personal, se daba más consejo, actualmente ya sabes el deseo de compra del cliente”.
Otro de esos oficios que en la actualidad no abundan es el de afilador, aquí la tercera parada. “Mi tío se jubilaba y decidí venir a Calatayud”, así, según José Fernández, comenzó su carrera como afilador en la ciudad bilbilitana. Ante las perspectivas de futuro, Fernández se muestra contrariado: “Llevó 22 años con la tienda, tengo un hijo, pero no quiere saber nada del negocio”. El oficio de afilador ha variado muy poco, no es uno de esos puestos de trabajo que este ligado a las tecnologías ya que “es siempre lo mismo, esto no depende tanto de la máquina, se tira más de la mano” asegura José Fernández. Pero este afilador sí que ha notado el cambio de los tiempos: “Antes se trabajaba más, venían los esquiladores, los carniceros…ahora es un negocio que te da justo para pagar los gastos y para comer”.
La siguiente parada devuelve la ruta a los comercios centenarios. En este caso se trata de la pastelería Micheto, con 196 años de historia a cuestas, pero que “incluso pueden ser más años”, asegura María de la Cruz Micheto, dependienta y pastelera. “Entre en la tienda por herencia, llevaba los estudios, pero como lo ves, acabas por implicarte en el negocio, pero esto es algo muy sacrificado”, asegura Micheto. En un negocio como es la pastelería, lo más importante se encuentra en las recetas, aún siendo la 8ª generación “seguimos con las mismas recetas, antes eran más fáciles, ahora hay una diferencia abismal, son productos más elaborados por causas sanitarias, pero siempre partimos desde los productos más naturales posibles”. En el futuro, otra generación en la pastelería Micheto “puede ser”, porque además el negocio es sostenible “precisamente por ser familiar, no nos importa pasar horas, horas y horas…”.
La siguiente, y última parada, presenta otro de esos oficios sacrificados y puestos contra las cuerdas a causa de los nuevos tiempos: los ebanistas y carpinteros. Luís Lázaro, carpintero con 39 años de experiencia en el oficio afirma: “Estamos muy justos, muy justos, esta el tema muy flojillo, hoy la gente recurre al mueble hecho y salvo 3 ó 4 muebles y algún montaje…nada más”. Lázaro entró en el mundo de la carpintería desde el colegio, consiguió la maestría y creo su propio negocio algo que él mismo considera como “la mejor opción”. Desde su entrada en el oficio, este “ha variado mucho, el tema de la maquinaría implica mucha tecnología, que ayuda, pero todavía lo tradicional sigue”, confiesa Lázaro.
¿Y qué suponen estos oficios para la economía de Calatayud? ¿Qué papel desempeñan los comercios tradicionales en el entramado de servicios bilbilitano? Para el Concejal de Economía y Hacienda del Consistorio de la ciudad del Jalón, Armando Miñana: “La representación de los oficios antiguos es muy escasa, a nivel económico es algo residual”. Por otra parte, Miñana comenta: “Calatayud ha sido una ciudad de servicios, nuestra ciudad ha sido un punto de compras para toda la comarca y los comercios han sido una de las forma de generar riqueza”.
Desde la Asociación de Empresarios de Comercio y Servicios de Calatayud y Comarca se observa a los comercios tradicionales como “uno de los pilares, de la ciudad, con un peso importante tanto en Calatayud como en el resto de la comarca”, asegura su Presidente Santiago Mingotes. “Son un motor económico dentro del comercio de la ciudad, suponen un modelo mediterráneo que creemos válido”, añade Mingotes. El propio Presidente de la asociación de comerciantes bilbilitana cree que “estos negocios, en los momentos que se dan pueden llevarse con más tranquilidad, pueden ajustar gastos en momentos puntuales y se aguanta mejor”.
Los oficios antiguos y comercios tradicionales siguen resistiéndose a “desaparecer del mapa”. Algunos conservan sus métodos, sus herramientas, sus recetas, otros se adaptan a los tiempos, se convierten en alternativa. Todas, formas válidas para salir adelante, todo por seguir escribiendo su historia.
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